CUIDADOS PARA TENER UN HÍGADO SALUDABLE

El hígado es uno de los órganos principales del cuerpo humano, tiene forma aplanada, tamaño grande y color rojo oscuro. Interviene en la función digestiva, segrega la bilis, almacena sustancias nutrientes, elimina sustancias tóxicas y sintetiza enzimas, proteínas y glucosa; se encuentra en la parte superior derecha del abdomen.

La calidad de vida depende de la buena alimentación, es decir, de la dieta diaria. Esta debe contener los nutrientes de manera equilibrada. Por lo tanto, se debe comer: carbohidratos, proteínas, grasas, fibra, vitaminas y minerales en las raciones correspondientes a cada una de las personas y según las edades.

La nutrición sólida y líquida es la ingesta de alimentos y agua, en relación con las necesidades dietéticas de cada persona (niños, jóvenes y adultos). Es una actividad prioritaria para la vida y la existencia, igualmente lo es, para todos los seres vivos de la naturaleza.

Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad.

¿Cómo se puede diagnosticar las enfermedades del hígado?

Estas se pueden diagnosticar cuando la persona presenta los siguientes signos y síntomas:

Color amarillento en la piel y los ojos (ictericia)
Hinchazón y dolor abdominal.
Hinchazón en las piernas y en los tobillos.
Picazón en la piel.
Orina de color oscuro.
Heces de color pálido, o heces con sangre o de color oscuro.
Cansancio y fatiga diaria.
Hígado grande.

CUIDADOS PARA LOS CASOS DEL HÍGADO INFLAMADO

No tomar y/o evitar bebidas alcohólicas en las reuniones sociales y/o diarias.
Respetar los horarios y las dietas diarias con la ingesta equilibrada de los nutrientes necesarios.
Comer ensaladas de verduras en las que se incluya el Brócoli.
Comer todo tipo de frutas frescas no cocidas.
Evitar la cantidad de sal que se incluyen en las comidas preparadas.
Comer pescados azules y/o Sardinas sin grasa.
Alimentos que contengan Cereales integrales.
Las infusiones de hierbas que ayuden a desinflamar el hígado.

ALIMENTOS QUE AYUDAN A TENER UN HÍGADO CUIDADO:

Verduras y hortalizas:

Las alcachofas, los pepinos, el brócoli, zanahorias, tomates, lechuga, acelga, espinaca, apio, coliflor, cebolla blanca, poro etc.

Todas las frutas:

Plátanos, sandias, peras, manzanas, naranjas, durazno, uvas, papaya, melón, arándanos, fresas, mangos, kiwis, ciruelas, piñas etc.

Cereales integrales sin azúcar:

Panes variados, kekes, fideos, tallarines, pastas, postres sin conservantes etc.
Tomar 8 vasos de agua al día.

Carnes blancas, rojas y frutos secos:

De vaca, de pollo, gallina, pavo, perdiz, pescados, huevos, pecanas, castañas, nueces, avellanas, manís, etc.

Aceites:

Aceite de oliva virgen, aceite de maíz, aceite de girasol, aceite de palma, etc.
Derivados de la leche: mantequilla, requesón.

¿Quiénes podrían tener un hígado graso?

Podrían tener un hígado graso las personas que tienen:

Pre diabetes y diabetes tipo 2.
Los que tienen obesidad (sobrepeso).
Personas de diversas edades: niños, jóvenes y adultos.
Los que tienen altos niveles de lípidos (grasas) en la sangre, como: el colesterol y triglicéridos.
Los que tienen presión arterial alta (13 y más).
Los que toman ciertos medicamentos, como: los corticoides, algunas medicinas contra el cáncer.
Los que tienen trastornos metabólicos.
Los que pierden peso rápido.
Los que tienen infecciones como: la hepatitis C y hepatitis B.
Los que han estado expuestos a elementos químicos y toxinas.

Si el hígado no es bien protegido y cuidado la persona puede contraer el cáncer que se manifiesta con la CIRROSIS. Esta se manifiesta por el daño ocasionado en las células del hígado.

En el caso de fibrosis el hígado, sufre de inflamación o cicatrización, esta enfermedad debe ser controlada mensualmente por el médico especialista.

(A través de la dieta indicada o por hígado graso)

El tratamiento de la enfermedad del hígado graso, se controla con la terapia del alcoholismo, que consiste en dejar de beber alcohol en los ambientes sociales y otros.

Es probable que el bebedor necesite el monitoreo de un terapeuta para la recuperación de la conducta personal y el cese del hábito del alcoholismo y/o participar en un programa de rehabilitación grupal.

También hay tratamientos con medicamentos que pueden ayudar en la reducción de las ansias por consumir dicha bebida, por lo tanto, es otra terapia que debe ser controlada por el especialista.

Los trasplantes de hígado se realizan en los casos de: cirrosis en los primeros grados de la enfermedad y/o en casos de hepatitis.